Nos gustan las comillas latinas, porque abrazan a las palabras, en vez de ponerse por encima.
Son las que se usan en la lengua española, y aunque el colonialismo digital nos las hayan escondido en los teclados, pueden llamarse fácilmente con los atajos (Windows: alt+174, alt+175; Mac: opción+mayúsculas+{ , opción+mayúsculas+} ).

Las comillas latinas tienen la ventaja de que permiten distinguir con más claridad los signos volados que las acompañan, como los números supraescritos que indican anotaciones a pie de página. También son inclusivas, ya que las inglesas siguen teniendo la función de entrecomillar un texto que ya se encuentra dentro de unas comillas latinas.
