«Para significar imposibilidad o incongruencia, Virgilio habló de encastar caballos con grifos. […] Con el tiempo, la locución «Cruzar grifos con caballos» llegó a ser proverbial; a principios del siglo XVI, Ludovico Ariosto la recordó e inventó al Hipogrifo.
Águila y león conviven en el grifo de los antiguos; caballo y grifo en el Hipogrifo ariotesco, que es un monstruo o una imaginación de segundo grado».
Fuente: BORGES, Jorge Luis. El libro de los seres imaginarios. Barcelona: Bruguera, 1986, p. 118.
Imagen: DERMOT POWER. «Hipogrifo volando», 2002. Diseño del hipogrifo Buckbeak, creado para la película El prisionero de Azkaban.