SCHMID y HOFFMANN. Plakate, 83 x 60 cm. Stuttgart: Emil Hochdanz, 1925.
En los primeros tiempos de la publicidad —entonces denominada, sin ambages, propaganda—, se impuso la teoría de que era prioritario impactar al público para que un cartel fuera eficaz. Seguramente nuestros amigos Schmid y Hoffmann tuvieron ese objetivo muy en mente al diseñar este explosivo cartel.
Fuente: Guido Tön